Corto, mediano y largo plazo en inversiones

Las inversiones a corto, mediano y largo plazo son estrategias de inversión que se diferencian principalmente por el periodo de tiempo en el que se espera obtener un retorno sobre la inversión. Cada una de estas estrategias tiene sus propias características, riesgos y beneficios, y es importante comprenderlas para tomar decisiones financieras informadas. A continuación, te explicamos detalladamente cada una de estas estrategias:

  1. Inversiones a corto plazo:

Las inversiones a corto plazo son aquellas en las que se espera obtener un retorno dentro de un periodo de tiempo relativamente breve, que generalmente va desde unos pocos días hasta un año. ¿Cuáles son sus características?

  • Son más líquidas, lo que significa que se pueden convertir rápidamente en efectivo sin incurrir en grandes pérdidas.
  • Suelen ser menos riesgosas que las inversiones a largo plazo, pero también ofrecen un rendimiento menor.

Te dejamos algunos ejemplos de inversiones a corto plazo: cuentas de ahorro, certificados de depósito (CD), fondos del mercado monetario, entre otros…

  1. Inversiones a mediano plazo:

Las inversiones a mediano plazo son aquellas en las que se espera obtener un retorno en un periodo de tiempo que va desde uno a cinco años. Se caracterizan por:

  • Tener un nivel moderado de riesgo y rendimiento en comparación con las inversiones a corto y largo plazo.
  • Permitir a los inversores alcanzar objetivos financieros a medio plazo, como la compra de una vivienda, la educación de los hijos o la jubilación anticipada.

Algunos ejemplos de inversiones a mediano plazo son: acciones de empresas con potencial de crecimiento en el plazo previsto, fondos de inversión mixtos que combinen renta fija y renta variable, bienes raíces, entre otros…

  1. Inversiones a largo plazo:

Finalmente, te contamos sobre las inversiones a largo plazo, que son aquellas en las que se espera obtener un retorno en un periodo de tiempo superior a cinco años. Aquí te dejamos algunas de sus características:

  • Tienen un mayor potencial de rendimiento a largo plazo, pero también conllevan un mayor nivel de riesgo.
  • Son ideales para objetivos financieros a largo plazo, como la creación de patrimonio, la educación universitaria de los hijos o la jubilación.

Sobre ejemplos de inversiones a largo plazo, los más frecuentes son: acciones, bonos a largo plazo, fondos de pensiones, fondos de inversión de capital riesgo, entre otros…

En resumen, las inversiones a corto, mediano y largo plazo se diferencian por el periodo de tiempo en el que se espera obtener un retorno sobre la inversión, así como por el nivel de riesgo y rendimiento asociado a cada una de ellas. 

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